Monumentos Históricos

La riqueza cultural e histórica de nuestra comarca tiene en sus monumentos su base argumental.

Dolmen de Magacela.
La Comarca de La Serena es una zona con abundantes restos arqueológicos, como dólmenes, pinturas rupestres y grabados. En esta ocasión he visitado en Magacela una de las más importantes construcciones megalíticas (grandes piedras) de la Comarca, el "Dolmen de la Cerca del Marco", también más conocido como "Dolmen de Magacela", que ha sido ámpliamente estudiado por sus peculiaridades y sobre todo por la originalidad de los grabados.





Cancho Roano.

Cancho Roano se encuentra en un terreno llano de la comarca de La Serena, perteneciente a la localidad de Zalamea de la Serena, provincia de Badajoz. Un yacimiento, que data del siglo V a. C., formado por tres edificios, al lado del cual pasa el río Cagancha, el principal protagonista del lugar y gracias al cual se levantó el monumento.
El edificio principal, denominado palacio santuario de Cancho Roano, está orientado al levante y se compone de once habitaciones y un gran patio que dota a la planta de forma de "U". En el interior fue construido un pozo que aún hoy en día mantiene un nivel de aguas aceptable.
Las estancias que rodean el edificio han sido identificadas como capillas o lugar donde se depositaban las ofrendas del santuario. Ha llegado a nuestros días en un muy buen estado de conservación y en él se han encontrado muchos objetos de culto y elementos varios típicos de la época.
Un foso excavado en la roca rodea el complejo monumental, alimentado por el agua que recorre el yacimiento y donde también se encontraron varios objetos de valor histórico.
Justo enfrente del monumento está el centro de interpretación de Cancho Roano, donde podrás encontrar toda la información referente al monumento desde una perspectiva didáctica, entretenida, participativa y de concienciación, además de descubrir los secretos que esconde el yacimiento arqueológico.
Hijovejo.
En la zona central de la Comarca de La Serena se concentra un conjunto de recinto ciclópeos que expresa la complejidad del poblamiento romano de época republicana.
Hijovejo, conjunto arqueológico de época romana situado a unos cinco kilómetros de Quintana de la Serena, en dirección a la población del Valle, es un recinto fortificado romano de función claramente militar relacionado con los avatares bélicos de la etapa republicana en Extremadura. Ocupa un lugar principal en el entramado de recintos-torre de La Serena, siendo el mejor conservado de ellos, el de mayores dimensiones y el que presenta mayor complejidad en su organización.
Se levanta sobre un canchal de granito formado por cuatro grandes bolos que le sirven de base.
La torre de Hijovejo está formada por dos recintos que se incluyen uno en el otro de manera irregular.



Yacimiento de "La Mata".
Es uno de los elementos más representativos de la protohistoria extremeña, destacando la conservación de sus muros de tapial sobre paramento de mampostería con los que forman varias dependencias o habitáculos. La monumentalidad del edificio queda de manifiesto en su planta en forma de “U”, más aún contando con que tubo dos plantas y probablemente terraza, llegando a alcanzar los 6 metros de altura total.
Se puede apreciar su fisonomía de “casa fuerte” gracias a sus dos torres, muro perimentral de mampostería, terraplén y foso alrededor. Todo ello lo enmarca en la denominada “arquitectura de prestigio” que se desarrolla en el suroeste peninsular entre los siglos VIII y V antes de Cristo.
El monumento está datado en el periodo orientalizante, en torno al ecuador del I milenio antes de Cristo (siglos VI-V antes de Cristo), y cabe destacar que para su completa excavación se desmontaron estructuras posteriores sobre él, de época romana. En las cercanías se conservan los restos de una necrópolis de incineración contemporánea al yacimiento, donde se aprecia una gran tumba con masa tumular entre otras ya muy arrasadas.



Castillo de Magacela.
El castillo de Magacela se sitúa sobre la cima del cerro en que se asienta el pueblo pacense que le da nombre. Su origen se cree que es romano y su carácter es puramente defensivo. No en vano, la población de este lugar creció al abrigo de esta construcción militar y permaneció en el interior de la misma hasta el siglo XIV.
En tu visita podrás contemplar los restos que se conservan de la torre del homenaje, de otras torres, como la torre-puerta, y de algunos vestigios de su muralla, así como los restos de la antigua iglesia de Santa Ana, la parroquia primitiva de Magacela, y el cementerio.
El castillo de Magacela se relaciona con diversos episodios históricos, pero sin duda el más recordado es el de Don Alonso de Monroy, el último maestre de Alcántara, que estuvo preso durante dos años en esta fortaleza.


Castillo Benquerencia de la Serena.
Levantado sobre una escarpada cresta rocosa, el castillo de Benquerencia está ubicado en la comarca pacense de La Serena. Su construcción se remonta al año 850 y fue obra de los árabes. No pasó a poder de los cristianos hasta el 1236, para ser administrado posteriormente por la orden de Alcántara.
La primitiva fortaleza militar ha sufrido varias remodelaciones para adaptarse a las necesidades residenciales y domésticas que fue adquiriendo con el tiempo. Actualmente, como podrás comprobar en tu visita, poco queda del estado original de la construcción, aunque aún se dibuja su entrada principal, formada por dos cubos semicilíndricos que se unían con un arco y una bóveda, y debajo de la que se encontraba la portada con su zaguán y encima los andenes y las almenas de la muralla.
También destacan los restos de torre del homenaje, la de Montánchez, la de los enamorados y la del águila; así como dos aljibes, uno de ellos circular, mazmorras y partes de la barbacana, que protegía el sendero que llevaba hasta la cima.

Castillo de Capilla.
Desde la atalaya del pacense castillo de Capilla, que se ubica en la localidad del mismo nombre, podrás divisar una extraordinaria panorámica de las llanuras de la margen izquierda del río Zújar, que crean la presa de La Serena.
Esta fortificación se levanta sobre un risco, situado al oeste del pueblo de Capilla, donde descubre su estructura en forma de polígono irregular que intenta adaptarse al abrupto terreno. Una barbacana defiende la puerta principal, que da acceso a dos patios de armas. Dentro, las torres cilíndricas, el adarve semiderruido y los restos de un matacán te darán una idea del carácter defensivo que tuvo este castillo.
Pese a su aspecto actual, aún puedes contemplar los restos de las antiguas murallas árabes, tanto en el flanco sur como en el norte, y el pavimento original de piedra de las escaleras y dependencias.


Dolmen de Sierra Gorda.
En el Valle de la Serena (Badajoz) está el dolmen de Sierra Gorda, de cámara circular y corredor largo; se le atribuye una antigüedad de unos 1.500 a. C., enmarcándose en el Eneolítico. Debió ser el origen de un asentamiento humano que tuvo continuidad hasta época prerromana porque en sus proximidades existen varios castros, empezando por el que existía en el actual casco urbano (dentro del cual el solar de la iglesia debió ser el centro del castro). Otros son los del Tachón de la Dehesilla, la Torrecilla y el Castillejo; éste último se halla situado en una elevación natural junto al río Guadámez, en la confluencia de dos vías romanas, una de las cuales era la que unía Corduba con Emérita Augusta.


Dístylo de Zalamea.
La población de Zalamea de la Serena está situada sobre el solar del antiguo Municipium Iulipensis. Debió de ser una población romana de carácter secundario, pero a pesar de ello conserva uno de los monumentos más interesantes de la arqueología peninsular, el dístylo sepulcral.
La función principal de este original monumento sería ser el elemento visible y conmemorativo de un enterramiento. El dístilo de Zalamea, construido en torno al año 103 y erigido al emperador Trajano, se compone de un zócalo o basamento que arranca de un alto podio de tres sillares de piedras almohadilladas sobre el que descansan dos columnas con fuste acanalado de estilo dórico que son visibles a gran distancia por su enorme tamaño, a pesar de que les falta la parte superior, los capiteles.
El dístilo se conserva en buen estado al haber sido fagocitado por la torre de la iglesia de Zalamea y fue declarado Monumento Nacional por Decreto del 13 de junio de 1931.


Parroquia de Castuera. 
En la villa de Castuera existe como única parroquia, sustituta de una anterior construcción gótica levantada en el llamado Cerro de los Molinos, el templo dedicado a Santa María Magdalena, construido a mediados del siglo XVIII según los cánones del barroco tardío y a camino con las primeras pruebas del neoclasicismo. Presenta un esquema compositivo de tres naves fragmentadas en cuatro tramos organizados en arcadas de medio punto que a su vez descansan en elegantes pilares. La nave central aparece cerrada con bóveda de cañón con lunetos y cúpula rebajada de media naranja en el crucero, mientras que las laterales lo hace con el sistema de aristas. Interesantes son las tres portadas de acceso, de evidente tradición dieciochesca y suave modelado. Cada una ostenta en su coronación la cruz alcantarina, formando pareja las dos laterales, orladas con una faja de filete que inicia orejetas en los ángulos. Destaca, sin embargo, la principal situada en la fachada de poniente, inconclusa, que ofrece estructura de medio punto flanqueada por sendas columnas de orden corintio sobre altos plintos y delante de dobles pilastras retranqueadas. A ella se llega por medio de una enfatizadora escalinata de amplias proporciones, desta- cando además en el lado de la Epístola una impresionante torre prismática rema- tada en campanario.


Camino Mozárabe.
Desde el siglo X, la devoción al Apóstol Santiago en el Sur de la Península se materializa en una ruta específica que, con el paso de los siglos, será conocida como Vía de La Plata. Precisamente por ser un territorio habitado por numerosa población mozárabe (cristianos que vivían en territorio musulmán) fue conocido popularmente como “Camino Mozárabe” o “Camino de los mozárabes”. Es tristemente célebre por haber sido el camino seguido por el temible caudillo musulmán Almanzor, tras el saqueo de Santiago de Compostela.
En la actualidad se distingue perfectamente entre la Vía de la Plata y el Camino Mozárabe. Éste es un camino completamente diferenciado del anterior, que discurre a lo largo de 380 Kms. por los bellísimos territorios de Córdoba, Granada, Jaén y Badajoz. En esta provincia, en Mérida, enlaza con la famosa Vía de La Plata, que en la localidad de Puebla de Sanabria, (provincia de Zamora) entronca con el llamado Camino Sanabrés hasta Compostela. Ofrece, además, la posibilidad de enlazar con el Camino Francés y con el Camino Portugués (desde Portugal).


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